El blog "Sintiendo en la piel" de Lucia M. Escribano, http://lucia-m-escribano.blogspot.com.es/ propone un bonito reto, yo voy a participar con este rápido e improvisado relato, espero que les guste y disfruten con él. GRACIAS a todos.
La joven Cándida,
no se lo pensó dos veces, le pidió el divorcio a su marido Alejandro, ella quería dedicarse
a la pintura, y a la poesía, desde niña era sus dos grandes amores. Pero aquel arte que
llevaba en las venas y el cual tuvo que abandonar (por petición de Alejandro) al contraer matrimonio con éste. Alejandro se montó en cólera, llamándola
desagradecida, le recriminó lo ingrata que era, que no sabía apreciar lo que él
le daba, tenía una estabilidad, un techo y el pan seguro. Alejandro, con risa
burlesca le dijo a Cándida: muy bien, márchate con tu pintura, cuando estés
sola como un perro, acabada y muerta de asco, puedes
volver, pero eso sí, las cosas aquí en casa, serán diferente...¡muy, muy diferente!
Siete meses
después de aquél día imborrable le envió un telegrama.
" Alejandro, vivo en Holanda, trabajo en un local donde exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy aprendiendo mucho y soy feliz.
Lola Barea.
" Alejandro, vivo en Holanda, trabajo en un local donde exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy aprendiendo mucho y soy feliz.
Lola Barea.
Gracias, Lucia M. Escribano.
Ficou lindo teu final! Bela participação! bjs, chica
ResponderEliminarUn bello relato, donde el deseo de sentir feliz y haciendo lo que más gusta esta por encima de todo.
ResponderEliminarbesos
Excelente, querida Lola. Me ha gustado mucho. Un abrazo. María
ResponderEliminarGenial!!!!! Me encantó el relato, me gustó esa decisión de Cándida y me gustó ese paso que la llevó a ser feliz, sí, a veces dejamos que sean los demás quienes decidan por una y después pensamos qué podía haber sido y no fue...
ResponderEliminarBesitos!!!!!!!!!!
Lola, me ha encantado.
ResponderEliminarMucho me temo que a Alejandro no le va a gustar, peor para él.
Besos
La felicidad se encuentra allá donde vive la libertad.
ResponderEliminarBesos.
Lindo relato,abrazos.
ResponderEliminarMuy bien mi querida Lola, nada de ultimátum, la mujer no es propiedad del hombre.
ResponderEliminarUn abrazo
Pudo triunfar en lo que le gustaba, para demostrarle a alguien tan desagradable, que hizo bien en irse, para no volver.
ResponderEliminarMuy bello y certero relato mi querida Lola.
ResponderEliminarEsa respuesta se merecen muchos, demostrarles que se puede ser mucho más feliz fuera de esa situación.
Un gran abrazo.
Ambar
Bravo por Cándida ! Nadie es dueño de nadie y eso tendrian que tatuarselo muchos " machitos" para dejar vivir a quienes no quieren ser esclavas. Me imagino a Alejandro buscando desesperado a otra tonta que engorde su EGO...Porque eso de amor tiene muy poco.
ResponderEliminarTe espero en mi blog para que recojas el recuerdo de este jueves con tu nombre, es una manera de agradecer vuestra compañia.
Besos y deseo te guste, nos seguimos leyendo.
Bien por el personaje de Cándida y con el de Alejandro, pues que se coma con queso su ego de macho...
ResponderEliminarUn abrazo, Lola
Fina
Hola,
ResponderEliminarbonito relato, un gusto pasar denuevo por aqui.
Feliz fin de semana
besos
Eso de sacrificar una vida por amor, no es una buena cosa, al final pasa factura.
ResponderEliminarUn abrazo
BIEN por ELLA!!!
ResponderEliminar;)
Ya he leído varios relatos cortos con esta propuesta y la tuya me parece la mejor.
Besos, querida Lola
Me parece toda una lección para esos maridos que les cortan las alas de la individualidad a sus parejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
No te conocía, así es que encantada.
Te sigo.
Pues no,no necesito de ese marido "estrella", ella brilló mucho más que él. Muy bien resuelta la propuesta del jueves.
ResponderEliminarBesos.
Es difícil hacer un relato con un final ya escrito, pero te ha quedado de lujo Lola. Al respecto, decir que cuando se ama, sale directamente del corazón dejar hacer a la persona que se quiere lo que realmente la hace feliz. me ha encantado. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarCortito pero muy bueno Lola, si se ama con el corazón, dejas que la persona que está a tu lado realice sus sueños, bien que hizo Cándida. ¡¡Suerte!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Ni pan seguro ni un marido egoísta, nada puede frenar nuestros sueños y nuestra libertad.
ResponderEliminarMe alegro de tenerte entre mis seguidores es un placer recibirte en mi casa. Te seguiré.
Un beso.
MUY REFLEXIVO. ME ENCANTA MUCHO EL MENSAJE.
ResponderEliminarABRAZOS
No cabe duda que Cándida tardaba en tomar esa decisión, vaya impresentable ese Alejandro.
ResponderEliminarEncantado de conocerte.
Buenas tardes Juan Carlos, encantada en saludarte, quédate en este blog de amigos, eres bienvenido.
EliminarUn abrazo.
Lola Barea.
Muchísimas gracias queridos todos, por estar aquí en este maravilloso reto-juego de relatos "Compartiendo final" en el cual hemos participados muchos blogueros y todos con mucho cariño. GRACIAS. Les mando un fuerte abrazo desde mi corazón.
ResponderEliminarLola Barea.
Airosa del reto del relato. Igual que Cándida al armarse de valor y tomar aquella decisión.
ResponderEliminarDesgraciadamente para el mundo hay demasiados Alejandro que van perdonando la vida a quienes deberían entregársela por entero.
Besos
La libertad ante todo.
ResponderEliminarGracias.
Muy bien por Cándida que asumió la decisión de escoger lo que más quería aceptando todas las consecuencias
ResponderEliminarEncantada de leerte.
A menudo olvidamos o ignoramos el hecho de que somos seres libres. Nadie nos pertenece y a nadie pertenecemos.. El impresentable Alejandro tenía asumido que ella le pertenecía, que era su posesión. Con su marcha le demostró lo equivocado que estaba.
ResponderEliminarMe ha gustado leerte.
Un abrazo.