que intento escuchar
los latídos del corazón
de mi amado y hay ruído.
Sssh, sssh, sssh. Silencio.
Lola
me acompañan recuerdos que ayer vivimos,
el alba me trae tu paz y el sol tu serenidad,
y aún así…
de melancolía se vuelven mis versos
son pájaros de papel sin vuelo, sin trinos.
Y aún así…
mientras a mis oídos llegue el silbo del viento,
tu nombre y tu sonrisa, vendrás conmigo
y juntos traspasaremos la sombra
de la vida.
Lola Barea