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Paró el latido, un mundo se detiene,ya nada amanece, todo se muere,
dejó de venir la alegría, no quiere,
la ilusión se ha olvidado, a mí no viene.
Inmensa es la frialdad, la que no tiene
compasión, deteriora, hasta requiere
del alma su prisión, y le sugiere
soledad, el amor se lo retiene.
Lo agradable perdí, siempre se esconde
detrás del muro de pena y tristezas,
ya no puedo saltar, no tengo fuerzas.
Que larga es la agonía, puñal y zarzas,
rozaduras hirientes, son malezas,
me engullen y mi vida no responde.
Lola Barea.
Tristes e tão lindos versos! beijos, linda semana! chica
ResponderEliminarmuy bonito poema. todos nos hemos sentido así alguna vez. es bueno vivir momentos tristes, para luego saber valorar los momentos felices.
ResponderEliminarabrazos!
Triste como la vida misma, pero muy bonito y bien escrito.
ResponderEliminarCon rasguños, penas y pocas alegrías vamos caminando sin parar.
Hay que seguir adelante en la lucha diaria.
Un abrazo para todos en casa.
Ambar
Es un placer pasar por su blog Saludos
ResponderEliminarPintaste la tristeza con tus versos Lola.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo