domingo, 8 de mayo de 2016

"La almohada" Relato.

Jamás pensé en tan importante utensilio, ahora le echo mucho de menos, mucho. Les cuento:
-Es de noche y me encuentro perdida en el bosque, entre árboles, matorrales,  zarzas, charcos de lluvia, y, tengo frio,  cansancio, sueño, mucho sueño.
Veo un llano en medio de varios árboles, la tierra está despejada de ramajes, un lugar perfecto para descansar.
He buscado ramas secas, con algunas he preparado una especie de cama, con el resto para cubrirme. 
Ha parado la lluvia,  se fue el frio, y  he conseguido relajarme, a pesar de mi situación.
Miro hacia el cielo, las nubes van tan deprisa, que me confunden - no sé si son ellas que se mueven o yo. 
Escucho ruidos cerca de mí, puede ser algún conejo. Cojo una rama, y la sacudo contra el tronco del árbol, a la vez que hago uso de mi voz para ahuyentar al intruso visitante, (quizás la intrusa sea yo). De nuevo silencio.
Vuelvo a cubrirme con las ramas, y me concentro  mirando al cielo. Ya se ven algunas estrellas, eso hace que no sea tan negra la noche. Escucho como se acomodan pájaros en los árboles, pero no tengo miedo de ellos.
Las ramas no sirven como almohada,  están duras, frías,  se clavan en todo mi cuerpo y me duele el cuello.
Echo de menos mi blandita almohada, con su almohadón recién lavado, y suave con el suavizante de marca blanca, oliendo a flores del bosque.

Lola Barea.
Código de registro: 1605087459155

miércoles, 20 de abril de 2016

“La casa del horizonte”

Aquella casa no es  casa,
a veces apena es mía,
solitarios  cuadros, solos,
en la pared fría, silenciosos.
 
La casa no mira al mar,
el mar mira hacia la casa,
en las ventanas…
llora el naufragio.
 
Por la otra orilla,
donde duermen los sueños,
la sonrisa perdida,
y los días en letargos.
 
Allá, a lo lejos,
se divisan palabras
de oscuras sombras
y dañinos  vientos.
 
El tiempo está atado,
-ya lo he dicho-
la muerte es una silla
el dolor un cansancio.
 
A veces, cuando se empaña
el cristal del horizonte,
un nuevo amanecer
brilla para limpiarlo.
 
Y, la silla es una esperanza
donde descansa el cansancio.

Código de registro: 1604217281352
 


 

 

Mis pensamientos y reflexiones.
 
Al dejar de pensarte la luz volvió a mi vida.
Lola Barea.

jueves, 7 de abril de 2016

"Marchando la puesta del sol"

Me muero cada día con la muerte,
aunque la espero  viene  con revuelta
dejando en resplandor la vida envuelta,
y el anochecer  me visita fuerte.

El  morir llegará para roerte,
y esqueleto será la nube suelta,
con humo y viento  así queda disuelta,
la luz para  morir y embellecerte.

Tu visita es incógnita inconsciente,
de luces puntiagudas que remata
colores que resaltan el poniente.

El reciente empezar, amarra y le ata,
al amante lucero y la creciente
media luna de perla fina y plata.
 
 




Código de registro: 1604067163853

Lola Barea.
 
 
Mis pensamientos y reflexiones:
Cuando los sentimientos se rebelan se adueña de la palabra y de los actos.
 

sábado, 26 de marzo de 2016

"Entre penumbras"

Regálame tu voz, tan cristalina
con ella alcanzaré azul del cielo
y paliar el dolor del negro suelo
que aúlla sin consuelo entre neblina.

Quien no fue luna herida alguna vez
por cruel espina y sin saber por qué,
dame de nuevo tu voz que invoqué,
que suene aquella música otra vez.

Un destello de luz, noche de luna,
figura del espejo, torre y bruma,
es semilla de trigo, suave pluma,
la desnuda mirada en noble cuna.

Regálame tu voz, bella pintura
y del tiempo su ausencia, regálame
silencios del arcoíris, y tráeme
el sabor del misterio de dulzura.





Lola Barea.

Código de registro: 1603266989622